El Granito y la Identidad: Un Viaje por la Arquitectura Tradicional

La fe y la historia de un pueblo a menudo se encuentran reflejadas en sus templos. En las localidades de El Boalo, Cerceda y Mataelpino, la arquitectura religiosa no es solo un conjunto de edificios, sino un libro abierto que nos cuenta historias de devoción, ingenio y tradición. Acompáñanos en un recorrido por sus iglesias y ermitas, auténticos símbolos de la identidad serrana.

El Granito como Protagonista Silencioso

La presencia del granito en la Sierra de Madrid ha marcado de forma indeleja la arquitectura popular de esta zona. Con antiguas canteras que todavía se conservan, este material, abundante y resistente, se convirtió en la piedra angular de las construcciones. El uso del granito en las fachadas es, sin duda, la principal característica de estas viviendas. Originalmente, los muros se construían con piedra y adobe, sin enfoscar, aunque también se pueden encontrar fachadas encaladas de blanco con zócalos de piedra, creando un contraste visual muy atractivo.

Ingenio y Adaptación al Clima Severo

La vivienda rural tradicional no solo era estética, sino también un ejemplo de ingenio y adaptación a las necesidades de un clima duro, especialmente durante el invierno. Con soluciones sencillas, las casas protegían a sus habitantes del frío:

  • Ventanas pequeñas: Su tamaño reducido servía para proteger el interior de las bajas temperaturas.
  • Tejados inclinados: Solían ser de tejas árabes de cerámica para facilitar el desagüe de la nieve y el agua, una característica esencial en la sierra.
  • Aprovechamiento del calor animal: Un detalle fascinante es que muchas casas de dos plantas dedicaban la inferior al ganado. Esto permitía que el calor que desprendían los animales se elevara, aportando una mayor «comodidad» a las personas que habitaban en el segundo piso. Este calor, junto con la leña obtenida de los bosques y las dehesas, era fundamental para enfrentar los duros inviernos.
Una vivienda tradicional de piedra con tejado de tejas, contraventanas de madera verdes y un pequeño porche en la entrada.

Más Allá de la Vivienda: Otras Construcciones con Historia

La presencia del granito no se limita a las casas. Al dar un paseo por los alrededores de los tres pueblos, todavía podemos disfrutar del maravilloso paisaje que conforman los cercados de piedra. Estas construcciones servían para delimitar pastos y huertas, y para mantener el ganado encerrado, reflejando el papel fundamental de la ganadería en la economía local.

También es posible encontrar otras construcciones notables, como las Casas de peones camineros, edificios de piedra típicos de la zona. En nuestro municipio, todavía existe una en la carretera que va de Cerceda a Manzanares. Estas casas eran el hogar de los peones que cuidaban el buen estado de las carreteras a pie, un oficio que hoy nos parece de otra época.

Una Transformación a Partir de la Década de 1960

El cambio llegó a las localidades a principios de la década de 1960. El principal motor de esta transformación fue la llegada de los veraneantes, un fenómeno que, unido al inicio del desarrollo económico del país, trajo consigo nuevos tipos de construcciones. La agricultura, la ganadería y la cantería empezaron a ceder paso al turismo como principal fuente de ingresos de la zona.

La sierra de Madrid se convirtió en un destino preferente para las familias adineradas de la capital, que buscaban escapar del bullicio urbano y disfrutar de la naturaleza. Aunque no se construyeron muchas segundas residencias de este tipo en el municipio, podemos destacar tres que aún existen y que pertenecieron a figuras históricas como Ramón Serrano Suñer, Joaquín Ruiz Jiménez y la admirada escritora Carmen Martín Gaite.

La arquitectura de El Boalo, Cerceda y Mataelpino es un libro abierto que nos cuenta la historia de su adaptación, su ingenio y su evolución. Te invitamos a pasear por sus calles, a observar sus casas de piedra y a maravillarte con los cercados que salpican el paisaje. Cada detalle es un eco de un pasado que sigue vivo y que forma parte de la identidad de estos tres encantadores pueblos serranos.

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